Los amigos se lastiman con la verdad,
para no herirse con la mentira.
(Refrán popular.)
- . - . - . - . - . - . -
Y de pronto olvidé que me olvidaste...
hasta pronto, me dijiste aquella tarde
y lloré, lloré como un vil cobarde
después que vi que siempre te marchaste.
El teléfono espera vanamente
como en vano esperaré tu regreso,
y me guardo en los labios ese beso
mientras que te recuerde vagamente.
Algún día, si decides volver
espero que recuerdes que dejaste
un beso que te quiero devolver.
Y si quieres quedarte, bienvenida,
no importará por qué te demoraste
importará, y mucho, que regreses vida.
Publicado en Poemas del alma, el 23/06/2018
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