Héroes
de la Revolución Mexicana, 1910
México fue el primer país del
mundo en tener una revolución en el siglo XX. Porfirio Díaz había estado en el
gobierno durante varias décadas y sus opositores estaban impacientes por
generar una transición política.
Francisco I. Madero, político
opositor al gobierno, anunció su famosa frase “Sufragio Efectivo. No
Reelección” y crear el Plan de San Luis. Además de él, los siguientes
revolucionarios fueron parte de este episodio bélico de México.
Gral. Emiliano Zapata, el
Caudillo del Sur.
Nació en Anenecuilco, Morelos, en 1879 y su popularidad se extendió cuando comenzó una revuelta en su estado y el sur de la Ciudad de México.
Zapata abogaba por una justa repartición de tierras que durante el gobierno de Porfirio Díaz fueron expropiadas de sus antiguos dueños (en su mayoría indígenas) quienes la poseían de forma comunal.
Fue uno de los pocos militares que invadió exitosamente el pueblo de Columbus y logró escaparse de la armada americana sin recibir castigo alguno.
Pancho Villa, junto con Zapata, triunfaron en algún momento de la revuelta y fue uno de los caudillos que logró sentarse en la silla presidencial.
Durante su periodo de gobierno hubo un gran avance económico en México, sin embargo, también fue un dictador con mano dura que reprendió a muchos opositores de su gobierno.
Porfirio tuvo una larga carrera militar y logro consolidar la estabilidad y el orden en el país por muchos años. A principios del siglo XX, su gobierno empezó a ser duramente cuestionado por todos, pero debido a que la reelección estaba permitida en aquella época, los gobernantes podían permanecer indefinidamente en el poder.
Fue gracias a este hartazgo de Díaz que empezó la Revolución Mexicana. Diversas huelgas y rebeliones terminaron con su gobierno en 1910.
Gral. Victoriano Huerta.
Aunque sólo estuvo en la presidencia por un año, Victoriano Huerta se formó una mala imagen de traidor que todavía permanece en la mente de los mexicanos. Una vez que asumió la presidencia asesinó a 35 rivales políticos en tan sólo 17 meses.
Antonio Caso
Caso fue un crítico fundamental de la teoría positivista y aunque nunca se pronunció en contra del gobierno de Díaz, si fue un crítico esencial de su ideología.
El filósofo mexicano fue fundador del Ateneo de la Juventud y uno de los intelectuales más importantes de la época. Caso y otros fueron pioneros en la consolidación de la universidad más importante del país.
Gral. Venustiano Carranza.
Aunque la historia oficial lo mantiene como uno de los personajes buenos de la época, es cierto que durante su periodo revolucionario acostumbraba saquear las casas de los pueblos en los que llegaba, razón por la que se acuño el término “carrancear” dentro del lenguaje popular.
Gral. Alvaro Obregón
Obregón gobernó el país de 1920 a 1924, periodo en el que se destacó la creación de la Secretaria de Educación Pública y la repartición de tierras de diversos ejidatarios que habían sido despojados en la época de Díaz.
Al igual que otros políticos de la época, Obregón fue asesinado en Guanajuato mientras era retratado en un restaurante.
Gral. Pascual Orozco.
Creó una facción de simpatizantes llamados los “orozquistas” y en varias ocasiones luchó contra sus opositores los constitucionalistas y otros grupos que se disputaban el poder.
Pascual Orozco tuvo que huir del país cuando las condiciones de la revolución no le permitieron continuar en la lucha.
Murió a manos de un ejército estadounidense cuando invadió un rancho de Texas. Este caudillo permaneció presente de 1910 a 1923 cuando fue asesinado.
Francisco I. Madero
Recorrió el país animando a las personas a luchar contra la dictadura impuesta por Porfirio Díaz. En 1910 se aprueba su candidatura para la elección presidencial en la convención de Eliseo en Ciudad de México.
Su gira política se vio frustrada debido a un arresto ocurrido en Monterrey por haber sido acusado de incitación a la rebelión e injuria a las autoridades, quedando electo Porfirio Díaz a la presidencia mexicana por séptima vez.
Poco después, Madero fue puesto en libertad y planificó una nueva estrategia para acabar con el gobierno dictatorial impuesto.
Esta estrategia fue apoyada por Pancho Villa, Emiliano Zapata y otros líderes populares. Así fue como el 20 de noviembre de 1910 el pueblo se levantó en armas.
Este plan logró la dimisión de Porfirio Díaz y posteriormente su exilio a Francia. Madero, triunfante por el resultado de su maniobra, realizó una serie de transformaciones en materia legislativa y política.
Dichas reformas no bastaron para ganar la simpatía del pueblo y de las diversas facciones imperantes. Madero fue asesinado en 1913.
Plutarco Elías Calles. Fundador
de lo que ahora es el PRI.
Fue gobernador de Sonora en 1917 y luego fue nombrado secretario de Comercio y Trabajo durante el mandato de Carranza en 1919. Posteriormente participó en su derrocamiento.
Estuvo en la presidencia de México durante el período de 1924 hasta 1928, cargo en el que realizó profundas reformas en materia agraria, educativa, construcción de obras públicas, entre otras.
Versado en el sistema político mexicano, Plutarco Elías Calles hallaba en la lucha revolucionaria no únicamente un argumento político sino una herramienta para la transformación social y económica del país.
Buscó aglutinar diversas ideologías, por lo que organizó el Partido Nacional Revolucionario (PNR), el cual dirigió en el intento de terminar con el caudillismo y el derramamiento de sangre.
De esta forma Calles inició así un dominio político desde el núcleo de la presidencia. Se le atribuye además la influencia que pondría nuevamente a la figura de Álvaro Obregón en la presidencia y su posterior reelección.
También se vio inmiscuido en la elección de los sucesores de Obregón hasta 1936, periodo al que se le denominó “el Maximato”, por la influencia que ejercía Calles como “jefe máximo”.
Aquiles, Máximo y Carmen Serdán
Se encargaron de difundir la propaganda política y de invitar a las personas a tomar las armas y unirse a la causa para derrocar a Porfirio Díaz.
Originarios de Puebla, son considerados los primeros mártires de la Revolución mexicana. Aquiles, Máximo y Carmen Serdán ocultaron armas en su domicilio.
Las autoridades fueron informadas de las pretensiones de la familia Serdán, por lo cual el 18 de noviembre de 1910 allanaron la propiedad con más de 400 efectivos.
Pero los hermanos, acompañados de personas que se encontraban en el lugar, hicieron frente a esta intrusión a través de un combate armado.
El tiroteo se prolongó por varias horas y dejó sorprendidas a las autoridades, quienes finalmente lograron tomar la vivienda.
En esta acción resultó muerto Máximo Serdán y otros civiles armados. Carmen fue apresada junto con su madre y cuñada, la esposa de Aquiles. Este último logró escapar de la refriega, pero fue encontrado y asesinado al día siguiente.
Carmen, por su parte, de la cárcel fue recluida en un hospital hasta que el periodo de Victoriano Huerta finalizó. Posteriormente se dedicó a trabajar en diversos hospitales como enfermera.
Joaquín Amaro Domínguez.
Formó parte de las filas maderistas cuando aún era un soldado raso, a través de las fuerzas del general Domingo Arrieta. Allí Domínguez llegó a alcanzar el grado de teniente.
Participó en maniobras en contra de grupos adeptos a las ideas zapatistas, reyistas y salgadistas. Gracias a estas maniobras logró ascender al grado de mayor, y para el año 1913 ya contaba con el rango de coronel.
En ese año ocurrieron los asesinatos de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, motivo que llevó a Domínquez a adherirse al Ejército Constitucionalista, donde permaneció hasta el año 1915 y obtuvo el grado de general de brigada.
Intervino en un total de 22 acciones de armas en contra de las fuerzas de Francisco “Pancho” Villa en la Campaña del Sur.
Fue secretario de Guerra y Marina. En este cargo implementó una serie de reformas orientadas a la estructura y articulación del Instituto Armado, promovió las actividades deportivas y fue muy estricto en lo concerniente a la disciplina.
Después de la Revolución se dedicó a labores educativas en el Colegio Militar, donde fue como director.
Más adelante, en 1932, fundó la Escuela Superior de Guerra, donde se inició la profesionalización del ejército. Muere en Hidalgo, en marzo de 1952.
Dr. Belisario Domínguez Palencia,
Senador de la República por el Estado de Chiapas. "Libres por la palabra
libre".
Su formación en medicina la realizó en Europa y en 1890 instaló un consultorio en su ciudad de origen, donde atendía personas de bajos recursos y provenientes de zonas marginadas.
Luego fundó un periódico denominado El Vate en 1904, donde hacía fuertes críticas al régimen porfirista y al gobierno de su ciudad natal, apoyando los ideales maderistas.
En 1911, con la llegada de Madero a la presidencia, fue nombrado senador suplente por el estado de Chiapas, cargo que ocupó hasta febrero de 1913.
Tras el asesinato de Madero y la entrada de Victoriano Huerta al poder, Belisario Domínguez comienza una dura oposición contra el nuevo gobierno.
El senado mexicano censuró a Domínguez por su intención de pronunciar un par de discursos donde calificaba a Huerta de traidor, asesino y usurpador.
Estos discursos posteriormente fueron impresos y difundidos, acto que ocasionó que Belisario Domínguez fuera secuestrado y luego asesinado por parte de secuaces de Huerta la noche del 7 octubre de 1913.
Este asesinato desenmascaró la dictadura que impuso Huerta, ya que después de este hecho el Senado fue desmantelado.
Ricardo Flores Magón
Participó en las primeras manifestaciones del antireeleccionismo, con el cual se topó en la Escuela de la Jurisprudencia. Esta oposición le acarreó su primer arresto.
Su carrera como redactor de noticias comenzó en los periódicos El Universal y El Demócrata.
Más adelante funda su propio semanario llamado Regeneración, en el cual labora junto a su hermano mayor.
Criticaban la corrupción del régimen de Porfirio Díaz, por lo que fueron arrestados en diversas ocasiones.
Posteriormente el semanario fue suprimido, por lo que Magón decidió irse a los Estados Unidos exiliado junto a su padre, uno de sus hermanos y otros compañeros. Desde allí retoma sus publicaciones en Regeneración.
También se involucró en la creación del Partido Liberal Mexicano, el cual promovía ideas muy revolucionarias para la época.
Años después, de vuelta en México, promueve la lucha armada en zonas fronterizas con Estados Unidos en actividades clandestinas con el Partido Liberal Mexicano, pero no hace mayor daño, ya que el verdadero conflicto estallaría en 1910.
Fue invitado por Francisco Madero a unirse a su causa para derrocar al régimen dictatorial, llamado que rechazó por tildar las intenciones de este de capitalistas, sin cabida para el pueblo.
Magón creía firmemente en la eliminación de la propiedad privada, la expropiación de tierras ociosas y la repartición de la misma entre los campesinos.
Estas convicciones le hicieron comulgar por un tiempo con las ideas zapatistas.
Un manifiesto dirigido a los anarquistas a nivel mundial le cuesta, una vez más, su libertad; esta vez en una prisión de los Estados Unidos, donde murió en 1922.
Felipe Ángeles
Más adelante egresa como un artillero destacado, pero inmediatamente se dedica a la docencia y luego funge como director del recinto donde se formó.
Ángeles fue un hombre de fuertes convicciones, orientado a la justicia social y humanitario.
Se identificó con los ideales de Francisco Madero, por lo que durante su gobierno encabezó una campaña militar humanista.
Estuvo en contra de la rebelión de Emiliano Zapata. Una vez Madero resultó asesinado, Ángeles se apropió de la lucha constitucionalista, adoptando los ideales revolucionarios.
Sus fuertes creencias en la igualdad y la justicia lo llevan a participar de la lucha encabezada por Pancho Villa, con quien concordaba.
Esta dupla de rebelde y militar experto fue lo que permitió al ejército villista alcanzar mejores resultados en combate.
La toma de Zacatecas es un ejemplo de ese brillante equipo que hacían en batalla. Sin embargo, más adelante se propició el distanciamiento entre Villa y Ángeles, los villistas fueron derrotados en 1915 y su jefe exiliado a los Estados Unidos de América.
En 1918 regresa Villa del exilio y Ángeles vuelve a unirse a su causa. Esta unión duró muy poco debido a que Felipe Ángeles es traicionado por un compañero.
Entonces, Ángeles es privado de su libertad, sometido a Consejo de Guerra y finalmente fusilado en noviembre de 1919.
Benjamín Hill.
Comulgaba con los ideales de Francisco Madero. Estas creencias lo llevan en 1911 a tomar parte en la lucha armada y llega incluso al grado de coronel.
Fue jefe de operaciones militares en Álamos, su natal Sonora. Desarrolló actividades en contra del mandato del general Victoriano Huerta en el año 1913 y comandó parte del Ejército del Noroeste hasta 1914.
Desempeñó los cargos de gobernador y comandante de Sonora hasta 1915, y posteriormente fue comisionado.
Durante el mandato de Venustiano Carranza es ascendido al rango de general de brigada por los servicios prestados en el ejército y durante las más de 24 acciones armadas en las que participó.
También desempeñó funciones como secretario de guerra y marina, y le fue reconocido el honor de veterano de la Revolución durante el mandato de Álvaro Obregón, el 14 de diciembre de 1920. En este año Benjamín Hill murió.
Francisco R. Serrano.
Una vez los objetivos del movimiento fueron consolidados, Serrano se retiró a su vida privada y trabajó como secretario del gobernador de su natal Sinaloa. Serrano abandona este cargo al conocer la noticia del asesinato de Madero.
Dicho acontecimiento lleva a Serrano a enlistarse en el Ejército Constitucionalista bajo el mando del entonces Coronel Álvaro Obregón.
Participó en diversas empresas en contra de tropas villistas, zapatistas, huertistas, federales y yanquis. Estas acciones le llevaron a alcanzar el grado de general de brigada.
Más adelante desempeñó cargos importantes dentro de la secretaría de Guerra y Marina, entre los años 1916 y 1924. Posteriormente fue nombrado gobernador del Distrito Federal en 1926, cargo en el que desempeño hasta junio de 1927.
Es así como en 1927 comenzaría su campaña electoral por la presidencia de México, siendo respaldado por el Centro Antireeleccionista, el Partido Socialista de Yucatán y el Partido Nacional Revolucionario, entre otros.
Su contrincante en la campaña por la presidencia sería nada menos que Álvaro Obregón, con quien en años anteriores combatiera en el ejército.
Obregón tenía pretensiones de conseguir una renovación inmediata de su mandato, violando el principio de no reelección que prohibía dichas intenciones.
Serrano fue aprehendido junto a otros compañeros mientras se dirigía a la celebración de su santo, el 2 de octubre de 1927.
Por órdenes de Calles y Obregón, Francisco Serrano y quienes lo postularan como candidato fueron fusilados al día siguiente.
Las Adelitas
No podríamos hablar de la Revolución
sin mencionar a las populares Adelitas, valientes soldaderas que ya por amor,
por hambre, por aventura o simplemente por sacudirse el yugo paterno, se unían a
la causa haciéndose cargo de cocinar, lavar y planchar.
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