Yo que palpé tu figura
esculpida en piel de ébano
con elegancia y finura...
yo que te vi en traje de Eva, no
pude escribirte nada.
sin saber qué iba a escribirte,
anoté tan solo: Martha...
y no supe más decirte.
Yo que fui el dueño de tu alma,
que te amaba con locura,
que transformé mi amargura
en dicha, alegría y calma...
Que sentí temblar tu talle
al contacto de mi boca,
y que al ir por esa calle
te besé con ansia loca
jurando que eras mi amada...
Yo que palpé tu figura
esculpida en piel de ébano
con elegancia y finura...
yo que te vi en traje de Eva, no
pude escribirte nada.
Publicado en Poemas del alma, el 09/06/2010; escrito el 23/02/1975
Mujer de ébano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario