Pedro B. Palacios, argentino
No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo,
trémulo de pavor piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
que ya viejo y ruín vuelve a ser clavo,
no la cobarde intrepidez del pavo,
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora,
o como Lucifer, que nunca reza,
o como el robledal, cuya grandeza,
necesita del agua y no la implora…
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el suelo, tu cabeza!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario