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sábado, 8 de diciembre de 2018

A ella, la bella - Carlos Dguez

Los amigos se lastiman con la verdad, para no herirse con la mentira. (Refrán popular.)

Perdónala Señor pues Tú la hiciste bella,
refulgente y brillante como toda una estrella,
y no importa la ropa con que ella se viste,
o si a veces, coqueta, igual y se desviste.

Su elegancia es innata, la trae desde la cuna,
es bella y elegante, ella es como ninguna,
y posee otro don: el de la inteligencia,
en cuestión de intelecto no admite competencia.

Coqueta y vanidosa es por naturaleza,
pero eso no es producto más que de su belleza
con su porte elegante atrae las miradas
de hombres embelesados y mujeres airadas.

Ella es así Señor, pero no es culpa de ella,
la culpa es toda Tuya pues Tú la hiciste bella,
y si es algún pecado el que sea vanidosa,
ella no es mujer; ella, ella es una diosa.

Por eso, si la juzgas no seas tan severo,
ella es de alma noble, de corazón sincero,
su corazón de niña es fuerte como el roble
y su alma de princesa es dulce, es muy noble.

Dic. 8/2018.

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